NABEL

-¡Yujuuuuuuuu!¡Esto es genial!-gritaba Eva mientras que se alzaba por los aires.
-Garoma, eres increíble-le decía Paula cariñosamente al oído.El aludido hizo una pirueta como señal de agradecimiento. Marta iba encima de un dragón negro con ojos amarillos como los de los demás. Curiosamente su símbolo lo tenía grabado en blanco que le resaltaba y le favorecía, lo tenía en el hombro (el dragón).Llegaron al lago,donde los dragones aterrizaron.Se notaba la humedad, que hacía que el pelo se les erizase. Era algo especial, todos los árboles rodeando el lago,éste brillaba bajo la luz de la luna; a Paula se le puso la piel de gallina,se sentía afortunada, se había olvidado completamente de su familia. En su corazón ya no había agobio.Ni preocupaciones. Eva e Inés bajaron de sus dragones y acercaron su mano al lago;al tocarlo, el agua se convirtió en un verde fluorescente nada parecido al color de antes. Las manos mojadas de éstas también se habían teñido del mismo color del lago.
-¡Guau!¡es impresionante!-Paula se bajó de Garoma y pisó la húmeda y mullida hierba.Los demás hicieron lo mismo y al bajar se despertaron unas luciérnagas que volaron sobre las cabezas de todas.De pronto se escuchó un chapuzón;todas volvieron la mirada al lago,donde Garoma estaba sumergiéndose, dos de los dragones le siguieron y Meigol agarró a todos y alzó el vuelo. No muy alto las soltó dejándolas caer al lago; gritando cayeron y empezaron a reír. Incluso Alejandra, la niña desagradable y maleducada que había conocido dibujaba una sonrisa en su fina cara.Después de pasar horas y horas jugando,bañándose,riendo y volando con sus "acompañantes" Marta dijo:
-Chicas ya es muy tarde,debemos irnos o...-no pudo terminar al frase porque le interrumpió un rugido tan potente que Paula sintió que le habían reventado los tímpanos.
Todas se quedaron quietas,serias; las sonrientes caras desaparecieron al instante.Permanecieron un rato en silencio y sin moverse hasta que Marta con tono apurado dijo:
-Chicas,¡tenemos que irnos ya! Rápido- ese "rápido" hizo que todas se apurasen,montasen en los dragones y alzasen el vuelo.Llegaron al poblado,donde todo se mantenía en completo silencio y calma.Solo había unas cuantas antorchas que alumbraban lo necesario. Todas,cansadas entraron en la cabaña y se quitaron los zapatos,excepto Paula que permanecía con los ojos como platos,en la mano derecha sujetaba sus zapatos y en la izquierda una carta con sello rojo.
-Chicas... ¿qué es esto?-todas se volvieron y sus miradas se centraron en la carta;por un momento Paula sintió que las respiraciones se entrecortaban. Bajaron corriendo e intentaron coger el sobre pero Paula lo separó, de modo que nadie podía atraparlo.
-Os lo enseñaré si entes me explicáis por qué huimos tan rápido del lago, y que fue ese sonido que me puso los pelos de punta.
-Verás-Dijo Andrea
-No te lo podemos contar-dijo Marta,mandándole una mirada de advertencia a Andrea para que no dijese nada.
-Pues entonces no hay carta.